![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQpo5y8LeGRaElLEvBFZXZTxrm8rBfB6B9yEqND33lbEDHwIhMxjgQsUeztVKEqJ0KPCCn2pO8RJ5ZNsFrZ8Ixm-vle-bOPbO3XhHdS5fUUvHCEHiCprOCNMMNth0bqlEewOplBUy0sr8/s400/DSC_0070.JPG) |
D. Cayetano del Pino y Vázquez |
Lo que voy a contar a continuación es un hecho verídico, dramático y
completamente inédito. No se tuvo constancia de ello ni tampoco se le quiso dar
mayor trascendencia ya que era un asunto tan delicado que atañería pues,
directamente, al honor de unos pocos. Esos pocos eran personas relativamente influyentes
y de reconocido prestigio social, pertenecían a una sucursal que defraudó
dolosamente a nuestro ínclito vinatero cordobés, D. Cayetano del Pino y Vázquez,
en aquel Jerez de finales del XIX y principios del XX. La entidad bancaria en
cuestión era la de J. Navallas y Compañía, usando la denominación Banca de Jerez, casa de banca activa
desde 1882 hasta 1900, ubicada en calle Caballeros nº 35 y en San Cristóbal nº
13. El director que regentaba la misma era D. José Navallas y Martínez, anteriormente
estuvo de secretario interino en el Banco de Jerez, así consta en 1874, al
suscribir la convocatoria para efectuar la liquidación del referido Banco. De
cara al público se mostraba muy servicial al frente de una institución que
tenía como fin garantizar el capital que se les había confiado a través de un
contrato, pero realmente se trataba de un bribón disfrazado de persona decente
con intenciones no del todo buenas.
Así nos lo cuenta nuestro desafortunado, D. Cayetano del Pino y Vázquez,
a través de unas memorias inéditas relativas a un pleito contra D. José
Navallas y Martínez acusado por falsedad y estafa. Están recogidas en una
colección de 42 volúmenes manuscritos e impresos datados de 1886 a 1909. Actualmente,
se encuentran custodiados en los depósitos del Archivo Histórico Municipal
entre los 2000 documentos aproximadamente datados del XIX y XX del fondo
documental de Bodega Cayetano del Pino y
Compañía. En mi búsqueda y deambular de libros, encontré dos volúmenes
extraviados de esa misma colección. El primero que recuperé es el duodécimo
tomo del apéndice volumen X intitulado Acusación
en la Defensa (supuestamente una colección posterior al libro dedicado a
S.M. el Rey D. Alfonso XIII) encuadernado, publicado en su imprenta particular
reservada y con cuatro láminas ilustrativas que aparecen en sus demás obras. El
segundo es el más fundamental de todos al ser un manuscrito inédito considerado
el compendio de los demás apéndices y epítomes de la colección, contiene además
el preámbulo común de los mismos y recibe el título de Proyecto en estudio del volumen único que deberá intitularse libro
abierto á la justicia de un plebiscito formado por el severo juicio de la
crítica.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdWgUfr7NM2B5wEzoscimx0Ve-RTpxglf5xRGVzik3Tg0bj8jPxYXduTycGMBA4Tu_hXvWt3T7l_rePGrc2xUsaFBlA1FMqWiFvFIIDBiFarlwx4r4TvBsai0burMUafJZPikzvH_NpL8/s400/DSC_0062.JPG) |
Legado Bodega Cayetano del Pino y Cía |
La sensación de unir las restantes piezas de este rompecabezas es
una auténtica satisfacción personal porque se está colaborando a rescatar la
memoria histórica de la persona y a su vez recuperando el patrimonio documental
de la familia. Esta colección básicamente es un estudio del problema jurídico
de la calumnia como coacción apoyada en defectos de la Ley, al margen del
proceso judicial, evidentemente. Aunque sería más bien como una especie de reivindicación
moral del autor en la que se recopilan una serie de documentos auténticos,
copias, consultas, dictámenes, pleitos, comentarios, fotografías, recortes de
prensa que sirven como demostración (siempre en calidad de pruebas) de las segundas
coacciones de injuria y calumnia graves que mediante documentos falsos usados
en juicio apelaría el mismísimo D. José Navallas y Martínez. La indignación de
nuestro autor es tan patente en sus escritos que reflexiona en virtud de las
sentencias del Tribunal Supremo y realiza dicho estudio con una doble
intencionalidad:
A) Acusar a su rival defendiendo su nombre después de perder
la hacienda, producto de su trabajo, en la impunidad de estafas y perfidias que
amparaban el dolo de unas cláusulas de garantías.
B) Recuperar su dignidad y
salvaguardar el honor de su familia (después de ser acusado falsamente) a
través de la difusión de esos hechos en una serie de memorias inéditas que evidencian
una clara conspiración para desprestigiar su honor sin escrúpulos ni pudor por
una sociedad sin derecho natural, racional ni legítimo a considerarse
civilizada.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjZCxHkN7EdsW7EAgErs9n9Q-lheHZHZm4cDKl0LqqKjpoVQ1TIze5BFZVfOjQrGVgnz1wsFbweqWuoG9_9NqehcfSkMURAo6GndrFaPhN1kUnWSrW4Zz4SsvXDvrg8pEgY6DccR_vZKY/s400/DSC_0069.JPG) |
Cayetano del Pino y Compañía |
Evidentemente, era una época muy convulsa, de envidia, odio y
rencor como resultado de esa competencia incipiente de una ciudad como es la
nuestra que estaba en su máximo esplendor en relación con el comercio vinícola
y su relativa importancia a nivel económico en la región. Es curiosa la
conmoción que provocó este acontecimiento. Llegaron a ser copartícipes de este
pleito personas tan ilustres como D. Pedro Gutiérrez de Quijano y Quintero y
Fray Manuel Riesco, el prior del Convento de Santo Domingo en Cádiz, así consta
en la lista de testigos que se presentan por la representación de D. Cayetano
del Pino y Vázquez. Además, en sus obras hay una dedicatoria común y colectiva,
en la que aparecen figuras tan destacadas como S.M. el Rey de España, D.
Alfonso XIII, SS. AA. RR. los Príncipes de Asturias, el Excmo. Sr. Presidente
del Tribunal Supremo e incluso el Excmo. Sr. D. Julio González Hontoria. Un
hecho sin precedentes en plena época contemporánea y que nuestro autor se
siente identificado con el pintor Apeles que fue citado a la corte de Tolomeo,
rey de Egipto, por las falsas deposiciones de un rival e ilustró a aquel
príncipe acerca de las maquinaciones de su enemigo, por medio de la más bella
alegoría que ha podido crear el pincel del pintor o la pluma del poeta. La
calumnia es la cuestión de su estudio.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHEfRl33f1RpqHuGAPCDMowvxZfnpo1rDjPZSLoPk6HWrlXU0fe6CPxFLlC1EhzzxXKmYc1PfJg5JYJKCKHXQYmF49424_bsU2WqDN6m-YWzTlF-HqK6Li5bNXUBmnZJnqUvHTUxAOBko/s400/Sandro_Botticelli_021.jpg) |
La Calomnie de Sandro Botticelli |
Al principio de sus volúmenes recurre a una obra pictórica de Sandro
Botticelli denominada La Calomnie que
retrata la Credulidad, con las orejas de Midas, ocupando el primer lugar
sentado en un trono, y a su lado la Ignorancia y la Sospecha. La Credulidad
tiende la mano en la Calumnia, que se adelanta hacia ella con el rostro
encendido (ocupando el medio del cuadro) con una mano agita una antorcha y con
la otra arrastra a la Inocencia por los cabellos (esta última se halla
representada bajo la apariencia de una hermosa joven que levanta sus manos al
cielo y lo toma por testigo del mal tratamiento que experimenta). Delante de la
Calumnia marcha la Envidia con el rostro lívido, la mirada ambigua, acompañada
del Fraude y del Artificio, de su exilio se vale para ocultar su deformidad.
Cerca se distingue el Arrepentimiento bajo la figura de una muy afligida; están
desgarrados sus vestidos, toda ella en actitud de desesperación y vuelve sus
ojos bañados en lágrimas hacia la Verdad que se ve en el fondo y que avanza
lentamente sobre los pasos de la Calumnia.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6vI41k4oUii95U-bWCel-chZaORTqg2MknCI00Xv2EUlMRV-NwJBaersr-BMJoFIz_079QxUef5I7GrbqFbpQmWmcVAeblAORIvb3UT3bK1tTILdi-Z2y2pBe_JvHqQcoGPC5tEIP36Y/s400/Satan%25C3%25A1s+devorando+pecadores+en+la+c%25C3%25BApula+del+baptisterio+de+Florencia.jpg) |
Satanás devorando pecadores en la cúpula del baptisterio de Florencia |
Una historia dantesca, con una cierta similitud a la primera cántica de Inferno de la Divina Comedia del poeta
florentino Dante Alighieri, concretamente, al octavo círculo en el que se
describe de manera alegórica a los consejeros fraudulentos. La persona que
encarnará al poeta italiano será el periodista jerezano, D. Antonio Lechuga y
Florido, autor del plano-mapa del término municipal de Jerez de la Frontera de
1897, conocido además por ser un hombre “polifacético” y con inquietudes políticas,
culturales y comerciales, según nos cuentan los hermanos García Lázaro. Estudió
las memorias inéditas de nuestro autor y le dedicó un artículo en 1905 titulado
Una opinión para el plebiscito: la
conseja del friso en el que describe de manera metafórica a través de la fantasía
y la realidad la fotografía de un mueble de severa traza y estético conjunto,
coronado por un friso que muestra esculpida la imagen del apócrifo emisario de
satán sosteniendo una balanza que representa la lucha entre el bien y el mal,
siempre contrapuesto a San Miguel en el juicio de las almas, según dice Antonio
Aguayo Cobo. He aquí un fragmento del artículo donde se hace alusión a nuestro
autor que aparece sentado en su despacho cuya imagen se ve reflejada en el
espejo del misterioso mueble:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiKljfhHo4e-nPmSZCQ-yqc5tm5HVT1PcRJlUm5NfJOJ2JduqY8Gcm9oLDOj5sugrXUW2tOgwJjIaMHcxS7aRUuXCDtKnZyrmIxVSTGYaDb4k5RVhpJB_YmQtNQ4vd0CFOWyJJAO4SxlI/s400/Despacho.JPG) |
D. Cayetano del Pino y Vázquez
en su despacho |
“Bien lejos andaría el ánima del gran Silvio
Pellico, de aquella otra prisión donde purgaba sus andanzas el cínico héroe de
nuestra historia, cuando en las altas horas de la callada noche, tras de una
blasfema invocación, departía con un réprobo aparecido, falso sátrapa del
averno, fijando las cláusulas de un pacto diabólico, mediante el cual eludir
pudiera responsabilidades que á tan mísero trance le llevara.” Un enigmático
jeroglífico descrito en pocas líneas aclaratorias que nos ofrece como consejo
al juicio de los lectores. Finalmente, no estamos ante un hecho insólito a
pesar de ser el primer caso de fraude bursátil en nuestra ciudad. Lamentablemente,
nos ha tocado volver a esos tiempos donde los delitos financieros ahora están
acompañados de la corrupción política entre otros.