viernes, 13 de noviembre de 2015

ACCIDENTES FERROVIARIOS GRAVES EN ESPAÑA: EL DESCARRILAMIENTO DEL TREN CORREO EN CÁDIZ (1879)



Grabado de una fotografía remitida por D. Emilio Rocafull al Diario
del descarrilamiento del tren correo en Cádiz el día 9 de mayo de 1879

Entre los accidentes ferroviarios más graves acontecidos en la década de 1870 en España se encuentra el ocurrido a las diez de la noche del viernes día 9 de mayo de 1879 en el sitio denominado El chato, cercano a la entrada de la ciudad de Cádiz, donde descarriló el tren correo procedente de Madrid a causa de haberse llenado la vía de una gran cantidad de arena por un torbellino. Acabó con cinco víctimas mortales y ocho más heridas.

La Correspondencia de España recibió la noticia y detalles del siniestro ocurrido en la línea férrea cerca de Cádiz el miércoles día 14 de mayo. (1)

El corresponsal del diario escribió la siguiente carta el sábado día 10 de mayo en la que narra con exhaustivo detalle los escalofriantes hechos acaecidos de la noche anterior:

A las diez de la noche del viernes, y al llegar el tren correo al sitio denominado El chato, á seis kilómetros de esta ciudad, descarriló la máquina rompiéndose las amarras, cayendo al terraplen que es de curtísima elevacion, y quedando enterrada en la arena hasta la mitad de ella. Los coches con la velocidad que llevaban deshicieron el furgon de equipages, un coche de tercera y otro de segunda no quedando entero del primero mas que la techumbre. Afortunadamente en éste solo venian 40 sacas de la correspondencia para La Habana, y en el segundo de tercera se han salvado milagrosamente los viajeros, quedando suspendido y con grandisima inclinacion hácia el terraplen. Debajo de este coche apareció formando un monton entre las primeras ruedas los cadáveres de un hombre, dos mujeres y un guardia civil de primera que en la ultima estacion tuvo la mala suerte de cambiar de coche por custodiar más de cerca la correspondencia. Cogida por el hombre y por la rueda del wagon estaba aun con vida una de las hijas de la mujer que yacía muerta descansando precisamente su cuerpo sobre el cadáver de su madre.

La escena que se presentó á nuestra vista, no hay palabras con qué esplicarla: los gritos y lamentos de la infeliz daban á entender que debajo del coche se encontraba algun viajero con vida: pero los trozos de los demás coches, hacian imposible penetrar donde se encontraba la infeliz. El señor gobernador, así como el señor alcalde y secretario del gobierno, acompañados del jefe de órden público y fuerza á sus órdenes, dieron oportunas disposiciones, pudiendo conseguir, no sin grandisimo trabajo, el médico D. Rafael Diaz Rocafull y con esposicion de su vida, llegar hasta donde se encontraba la herida, acompañado de algunos practicantes del hospital de San Juan de Dios; no era posible: volcar del todo el coche que estaba suspendido sobre el terraplen, pues al desprenderse algunos de los hierros hubiese muerto aquella infeliz; el Sr. Rocafull, que merece todos nuestros elogios, consiguió por fin desasir aquella infeliz mujer de la rueda que la oprimia el hombro, colocándola en una camilla y en el tren de auxilio para conducirla al hospital; en medio de sus lamentos pedia que sacasen á su infeliz madre, que sin duda por la coincidencia de estar ella encima de su cadáver no supo que habia muerto.

Como el descarrilamiento ocurrió tan cerca de esta ciudad, la mayoria de los viajeros unos á pié y otros en los carruajes que venian de San Fernando, llegaron á esta ciudad, no quedando en el sitio de la catástrofe más que dos heridos y algunos contusos á quienes hicieron la primera cura los Sres. Rocafull y ayudantes que llevaba.

De los ocho heridos que han entrado en el hospital cuatro han salido para sus casas quedando los otros cuatro pero no de gravedad.

Al sitio de la ocurrencia acudieron el juez de primera instancia de Santa Cruz, promotor fiscal, administrador de correos y demás funcionarios de la administracion.

Desde los primeros momentos se presentaron los tenientes de alcaldes señores Tones y Cuarteroni, inspectores de órden público y varios médicos que acompañaron á las autoridades prestando auxilio: entre ellos recordamos á los Sres. Marenco, Vilches, Moreno Alsina, Torres, Villaoscusa y otros varios. En el hospital se encontraban los Sres. Llacanete y Benjumeda.

El juzgado empezó á instruir las oportunas diligencias sobre el terreno, y los jefes de la guardia civil allí presentes, secundando las órdenes del señor gobernador civil, y auxiliados de los individuos del cuerpo de órden público, municipales y empleados del ferro-carril, así como del jefe de la estacion Sr. Bobadilla y del señor D. Francisco Dolarca, agente comercial de la empresa, procedieron en el acto á estraer todas las sacas de la correspondencia para Cuba, conduciéndose los muertos al depósito del cementerio.

Los equipages, así como algunos efectos de valor que se encontraban diseminados por el suelo, estuvieron custodiados por fuerza de la guardia civil, teniendo que hacerse el trasbordo del tren-correo, que ha salido esta madrugada.

Un estranjero que venía en el segundo coche perdió el tren en San Fernando, teniendo que tomar una calesa en la que llegó á Cádiz, salvándose por lo tanto de una muerte casi segura.

El conductor del tren, que venía en el furgon de equipajes, se ha salvado milagrosamente, así como el maquinista y fogonero á los que despidió la máquina, viniendo á caer sobre el arenal con solo ligeras contusiones.

El señor gobernador militar dispuso inmediatamente un servicio completo de camillas.

De Jerez salió otro tren de socorro con operarios de la línea, y el director de la misma en un tren express de Sevilla, acompañado del Sr. Pol, ingeniero de traccion, y del Sr. Darjent, de vía y obras, empezando inmediatamente los trabajos para dejar espedita la via, cuya dificil operacion ha sido llevada á cabo con una celeridad inesplicable, pues á las doce del dia estaba despejada la línea.

Los Sres. D. Enrique Boucherant, director de la línea, y D. Francisco Llolarea, han visitado en el hospital á los heridos: la mujer herida que se estrajo de entre las ruedas se encuentra algo mejor.

Los heridos que quedan en el hospital son: Manuel Barrena Marin, José Salgueiro Ríos y Maria, Luisa, Dolores y Gertrudis Garcia.

La version más autorizada que corre respecto á la causa del descarrilamiento es la de haberse llenado la via de una gran cantidad de arena por una manga de viento.

Los equipages se han encontrado completamente revueltos con las ropas y efectos, pues los mundos y maletas se han destrozado. (2)



Hundimiento del pontón Alabern en el acto de pasar el tren de Granollers, en ocubre de 1863
(dibujo remitido por uno de los viajeros) en la revista española El Museo Universal


Para saber más:

(1) Periódico vespertino publicado en Madrid, de ideología conservadora fundado en 1859 por Manuel María de Santa Ana y desaparecido en 1925, desbancado por El Imparcial.

(2) La Correspondencia de España. 14-05-1879, portada. Hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España (BNE).



No hay comentarios:

Publicar un comentario